Cuando preguntamos al profesorado qué es lo que les preocupa en relación al uso de las TIC en el aula, hay una serie de aspectos coincidentes en prácticamente todos los casos:
- La abstracción que provoca el uso del propio dispositivo.
- Cómo hacer una gestión y uso adecuado en el aula.
- Cómo trabajar aspectos como la protección de datos, la repercusión legal y social de su huella en internet, derechos y deberes del alumnado, reglamento de medidas educativas;
- Cómo controlar y hasta qué punto controlar el acceso que hacen de los mismos.
Aclaremos algunos conceptos
Antes de entrar a aspectos concretos, tenemos que conocer de qué estamos hablando. Es importante conocer y manejar algunos conceptos básicos:
Ciberbullyng
- Es la situación de maltrato y hostigamiento reiterado, prolongado en el tiempo e intencionado hacia una persona por parte de otra u otras de similar edad usando las nuevas tecnologías digitales de la información y comunicación.
- Se alude de forma expresa con el término ciberbullying para situarlo en el entorno escolar por similitud con el bullying tradicional, pero también se produce con frecuencia fuera del mismo, incluso con la participación de personas desconocidas.
Grooming
- Es una serie de conductas y acciones deliberadamente emprendidas por un adulto, a través de Internet, con el objetivo de ganarse la amistad de un menor de edad, creando una conexión emocional con el mismo, con el fin de disminuir las preocupaciones del menor y poder abusar sexualmente de él.
Phishing o suplantación de identidad
- Denomina un modelo de abuso informático y se comete mediante el uso de un tipo de ingeniería social, caracterizado por intentar adquirir información confidencial de forma fraudulenta.
- Estos datos de acceso pueden ser dados por el propietario al compartir con amigos o conocidos información confidencial.
Sexting
- Se refiere al envío de mensajes sexuales, eróticos o pornográficos, por medio de teléfonos móviles y/u ordenadores.
Dependencia
- Como dice HackingLab «dependencia tecnológica es un término que hacer referencia a depender de una cierta tecnología indispensable para ‘x’ propósito.
- El comportamiento es el mismo que en otras dependencias: nerviosismo cuando no se tiene acceso, agresividad, cambias en el comportamiento habitual, mentiras para poder acceder a ellas, trastornos del sueño….
- Una diferencia: la exposición a la tecnología siempre va a existir y, hasta cierto punto, es necesaria.
Detrás de todos estos conceptos hay algo en común, cuando los miramos desde un prisma de trabajo en el aula:
- Un desconocimiento sobre cómo lidiar en conflictos donde media la tecnología
- Un desconocimiento de los comportamientos adecuados en relación con la tecnología.
- Una sensación (ficticia) de control por parte de los menores
- Una sensación (real) de descontrol y desconocimiento por parte del alumnado.
La clave está en cómo trabajar el uso adecuado de la tecnología desde el aula y la respuesta está clara: a través del trabajo en torno a la competencia digital del alumnado. Tenemos una competencia digital que claramente tenemos que abordar desde el punto de vista del alumnado, desde el momento en que tenemos que prepararle para un mundo digital.
Competencias digitales clave
Dentro del mapa de competencia digital hay una serie de competencias clave que debemos trabajar:
- Netiqueta: Estar familiarizado con las normas de conducta en interacciones en línea o virtuales, ayudarles a tomar conciencia en lo referente a la diversidad cultural, ser capaz de protegerse a sí mismo/a y a otros de posibles peligros en línea (por ejemplo, el ciberacoso).
- Gestión de la identidad digital: Ser capaz de gestionar su propia identidad digital en función del contexto y de su finalidad, protegiendo su reputación digital y la de otros.
- Protección de datos personales e identidad digital: Entender los términos habituales de uso de los programas y servicios digitales, proteger activamente los datos personales, respetar la privacidad de los demás, protegerse a sí mismo de amenazas, fraudes y ciberacoso.
- Protección de la salud: Evitar riesgos para la salud relacionados con el uso de la tecnología en cuanto a amenazas para la integridad física y el bienestar psicológico.
Se trata de cuestiones que hasta el momento quizás no se han trabajado específicamente, pero que resulta netamente necesario introducirlas en nuestra programación curricular. Este trabajo puede hacerse de manera transversal o a través de una asignatura, dotándole de tiempos y espacios específicos de aprendizaje. Consiste, además, en un aprendizaje en constante evolución y que requiere de contenidos específicos para cada edad y nivel de competencia digital. Y por último, es importante recordar que trabajar la competencia digital incluye su evaluación, como en cualquier otra competencia.
Autora: Mertxe Gordillo, pedagoga especializada en familia, educación y nuevas tecnologías. Educontic.