Tendríamos que pasar bastantes hojas del calendario hacia atrás, para dar con la fecha en que nuestros colegios echaron a andar. Y tendríamos que ir más atrás, todavía, en el tiempo hasta localizar el origen, la esencia, el por qué, de que unos determinados hombres y mujeres, cristianos y creyentes, con nombre y apellidos, propusieran y pusieran en marcha un proyecto de semejante envergadura en un momento determinado de la historia nada fácil. Y, eso, ya no es cuestión de fechas. Es respuesta a una experiencia de Vida concreta, fraguada en la escucha honda del corazón, donde se siente que habita el Maestro Interior, y en la escucha de la humanidad, considerada imagen de Dios; y fraguada, también, en el aprendizaje de una nueva mirada a la realidad del momento, en la que se percibe la huella del Creador.
Una respuesta que llevaba a poner el foco en la educación de la persona, de manera íntegra e integral, para darle mayor dignidad y contribuir a la construcción de un mundo mejor.
Había un convencimiento profundo de ello. Además, la concreción de la respuesta resultó ser innovadora en su esencia y en la expresión, porque suponía creer y ofrecer algo que hasta entonces nadie lo había captado.
Ha pasado mucho tiempo de todo aquello, pero la propuesta sigue siendo válida, sigue siendo actual. Por una parte, y, sobre todo, porque la esencia de la experiencia no tiene fecha de caducidad; y, por otra, porque la respuesta exige ser permanentemente actualizada. Por lo tanto, la esencia, la raíz, el origen, es nuestro ADN y, también, nuestro horizonte.
De ahí, la importancia de cuestionarnos, una y otra vez, cuál es nuestra raíz, y la de cuidar la respuesta. Solo así seremos fieles y coherentes, de manera creativa, al gran y apasionante legado y reto que ha sido depositado en nuestras manos.
Hemos dicho que nos cimentamos en una experiencia fundante de Vida, honda, creyente, cristiana y educativa. Pero ¿qué experiencia? La de un Encuentro personal con Alguien, que lo vivimos como Dios, y tiene su concreción en el ser y estilo de Vida de Jesús Nazaret. Un Encuentro que va plenificando a la persona, poco a poco -proceso pedagógico-, en su sed de totalidad, porque va haciendo la experiencia de que es única, de que su existencia tiene sentido y su validez no es por lo que haga o no, de que su presencia importa, de que es parte de un Proyecto especial porque alguien cuenta con ella y le desea lo mejor en el día a día; y, todo ello, por puro Amor e incondicionalidad. Esto convierte a la experiencia en fundante. Y esto hace, también, que quien la haya gustado necesite comunicarlo, de manera propositiva, porque, realmente, es Buena Noticia y no puede guardársela sólo para sí.
Y cuando a la persona se la pone en el centro, porque se la considera sagrada, por ser hijo/a de Dios, conlleva una antropología determinada; y, eso mismo, conlleva una manera de Ser, de Vivir y de Hacer concreta. Esa realidad impregna -debe impregnar- nuestra visión y misión. De ahí: buscará la mejor pedagogía y formación posibles; cuidará planteamientos y decisiones, en lo curricular y lo extracurricular; hará del aula y de las escaleras del cole espacios sanadores; la educación no será la suma de conocimientos sino proceso constructivo de la persona, desde la hondura, en todas sus dimensiones, incluida la religiosa; será propositiva de experiencia creyente, porque el Dios de Jesús sigue siendo muy actual y merece; entenderá la sociedad plural como agente propositivo que aporta colorido y riqueza, y, por ello, se sabrá en diálogo con ella; se afanará en la construcción de un mundo más humano y justo al estilo de Jesús de Nazaret…
Nuestra misión, por lo tanto: educar, con sólidas bases, el ser, el corazón, la mirada, la inteligencia, la perspectiva, para ser con los demás; y, por ello, acompañar a cada alumno/a, único/a y especial por ser creatura de Dios, de manera íntegra e integral, en su camino de crecimiento de Vida.
En esa y a esa misión, recogida en su PEPM*, quiere acompañar Kristau Eskola con cada propuesta. Y, especialmente, el Departamento de Pastoral buscará cuidar y potenciar el ADN de nuestra esencia y horizonte, para que el resto sea coherente; porque estamos convencidos de que lo nuestro es evangelizar educando y educar evangelizando, de manera propositiva e incluyente porque tiene sentido.
*Proyecto Educativo Pastoral Marco
Arantza Jaka / Kristau Eskola
pastoraltza@kristaueskola.eus