El inicio de curso ha sido siempre una fecha muy señalada para mí. Ya desde niña, vivía con ilusión el día del reencuentro con mis compañeras. La vuelta a las aulas traía consigo trabajo, esfuerzo y responsabilidad. Nuevos retos y metas que alcanzar. Logros y fracasos. Pero, sobre todo, ilusión por avanzar en la vida. Por seguir aprendiendo las unas de los otros. Cada uno desde nuestra singularidad y riqueza, constituíamos una gran familia. Un ecosistema relacional plural y diverso del que nos sentíamos orgullosas.
Este año, más que nunca, el inicio de curso es especial para mí. Supone el inicio de una nueva etapa. Un paso adelante en la vida, de mano de la familia que me acogió de niña, y que tanto me ha aportado en mi faceta como educadora. Eskerrik asko, Kristau Eskola.
Desde mi nueva posición como Directora General, os quiero transmitir mi compromiso, entrega e ilusión para sacar adelante este proyecto común que compartimos como familia; y al que aportamos todas y todos, cada uno desde su posición y quehacer diario, a posicionar el modelo y sello Kristau Eskola en la sociedad vasca. Una sociedad que nos demanda, elije, y de la que somos parte.
Los cambios que se están sucediendo a nivel mundial nos obligan a innovar en nuestra oferta educativa, tal y como lo hemos hecho siempre, queriendo dar respuesta a las necesidades y retos de cada momento. Pero no sólo innovar en lo tecnológico, que también, sino en las necesidades que demanda la sociedad; una sociedad, que para muchos, está sumida en una gran crisis de valores. Urge, por tanto, educar en valores. Valores como: compromiso social, humanidad, cuidado, bienestar integral, ecología y sostenibilidad que son el sello de calidad del modelo Kristau Eskola.
Los retos y problemas que presenta la sociedad se ven reflejados en la escuela. Desde nuestro compromiso y responsabilidad social, nos debemos a trabajar en pro de una educación excelente y equitativa en la sociedad vasca, y abiertos al mundo. En nuestras manos está, desde nuestra labor como educadores, contribuir a transformar la sociedad en un lugar en donde todas y todos tengamos cabida, sin dejar a nadie atrás.
En el plano educativo, vivimos también un momento de gran cambio: un curso puente de la LOMLOE con la Ley Vasca de Educación en el horizonte. Todo ello supone tener que realizar ajustes importantes en varios planos: gestión y financiación de centros, proyecto educativo, proyecto lingüístico; así como acreditar nuevas certificaciones, si cabe, la más acuciante este año, la competencia digital docente.
Sin duda, nos aguarda un nuevo curso lleno de retos que afrontar. Desde Kristau Eskola os tendemos la mano para apoyaros en nosotros en todo lo que os haga falta. Os animamos a miraros las unas a los otros, a aprender de los éxitos ajenos, para entre todas, llegar a fin de curso con otro paso importante dado, elevando la la marca Kristau Eskola a lo más alto.
Autora: María Eugenia Iparragirre Bemposta