Llegado el fin de curso, me acerco a cada persona que conformáis la comunidad educativa de Kristau Eskola para agradeceros todo lo que, durante este curso, hemos ido construyendo y articulando. Cada uno desde nuestra singularidad y riqueza, con el compromiso y trabajo diario, hemos escrito un nuevo capítulo de la historia de Kristau Eskola.
Los foros y espacios que hemos compartido nos han permitido conocernos mejor. Hemos aprendido las unas de los otros, siempre desde el cariño y la cercanía de quien se reconoce como miembro de una gran familia. Hemos visibilizado la voz de Kristau Eskola ante una sociedad que nos mira y nos emplaza a que contribuyamos, desde nuestra identidad y misión, a la construcción de una sociedad más inclusiva y cohesionada.
Nueve meses de intenso trabajo que componen la historia reciente de Kristau Eskola, en el que no han faltado dificultades; pero, sobre todo, una y otra vez, se nos ha reforzado ilusión y las ganas para responder a los nuevos retos que se nos presentan.
Llega ahora el momento de la pausa. Las vacaciones del verano. Un descanso merecido y necesario que nos reconforta y nos renueva las fuerzas para emprender un nuevo curso en septiembre.
Antes de despedirme, querría agraceros la acogida que me habéis brindado en este mi primer año en la Dirección General de Kristau Eskola. Un año de ilusión, aprendizaje, entrega, y compromiso. De sentirme en casa. En familia. Aportando, como hacéis el resto, mi granito de arena al proyecto Kristau Eskola que tanto me ha dado y del que tan agradecida me siento. Eskerrik asko.
Disfrutad de las vacaciones. Pronto nos reencontraremos.
Recibid un abrazo.
María Eugenia Iparragirre Bemposta, Directora General de Kristau Eskola.