En los últimos años se ha generado una gran preocupación por el bienestar en los centros escolares: el acoso escolar es el fenómeno que más atención ha recibido, pero podemos añadir otros como las autolesiones, la ansiedad, las adicciones, los dispositivos digitales o las apuestas en edades cada vez más tempranas… La Ley prevé la nueva figura del Coordinador de Bienestar que, en adelante, habrán de nombrar los centros educativos.
Con todo, los centros nos siguen planteando la siguiente pregunta: ¿cómo se puede fomentar el bienestar en un centro?
Para responder a esta pregunta y ofrecer un marco integral de actuación a los centros educativos hemos creado en el programa GuGan que hoy os presentamos.
En la base, la aportación de la neurociencia y la práctica de los centros escolares
Carme Timoneda, doctora en Educación y experta en Neuropsicología, nos ha acompañado en el desarrollo de este programa en varios centros de Kristau Eskola. La Neurociencia de los últimos años nos ofrece criterios muy precisos obre las bases del bienestar y queríamos definir las condiciones para aplicar dichos criterios en los centros, y conocer su eficacia.
Junto con Carme Timoneda, mencionar también nuestro agradecimiento al colegio Herrikide, un referente a nivel estatal en inteligencia emocional, por su colaboración en el desarrollo del programa; así como a los centros que han llevado a la práctica el programa GuGan como experiencia piloto: Ama Guadalupekoa, Antoniano, Inmaculada y Madre de Dios.
Gracias a la labor conjunta con todos ellos elaborada durante los últimos cuatro años, hoy tenemos la oportunidad de ofrecer un programa que se puede integrar en cualquier centro escolar, capaz de responder al bienestar de forma global y con la garantía de una eficacia demostrada en la práctica real.
Claves del programa GuGan
Desde la Neurociencia nos llega un claro mandato para entender y encauzar adecuadamente las múltiples conductas relacionadas con el bienestar que observamos en los centros: no basta con fijarnos en la conducta, hemos de entender cómo se genera esa conducta y para ello es imprescindible entender cómo funciona nuestro cerebro en su conjunto.
Aunque habitualmente asociamos el cerebro a la razón y el pensamiento, en su núcleo se encuentra también lo que se conoce como cerebro emocional. Lo que vemos desde fuera, la conducta, depende de la gestión de estos dos aspectos internos.
- La importancia de la educación emocional
Gracias a esta visión que nos da la Neurociencia, sabemos que si queremos fomentar el bienestar, debemos prestar atención a la parte emocional de nuestro cerebro. Este aspecto está diseñado para nuestra supervivencia, si detecta un riesgo hará que salte la alarma y se pongan en marcha automáticamente todos los mecanismos de nuestro cuerpo para protegernos. Cuando esto ocurre, la parte cognitiva de nuestro cerebro responsable de pensar, razonar y tomar decisiones queda fuera de juego y, por tanto, no somos capaces de controlar nuestra conducta.
Esto es precisamente lo que se encuentra en la base de una serie de conductas disruptivas que vivimos en los centros educativos: las conductas de defensa surgidas para proteger nuestro bienestar físico y psicológico.
La capacitación de la inteligencia emocional es por tanto la clave para promover el bienestar personal, social y académico en los centros educativos.
- Las relaciones están en la base de la educación emocional
La segunda clave que nos proporciona la neurociencia para crear entornos emocionalmente sanos es que lo primero que debemos hacer es prestar atención a las relaciones. El aspecto emocional del cerebro se compone de nuestras vivencias, no de nuestros pensamientos. La variable más importante de la vivencia emocional, desde que nacemos, está constituida por las relaciones que establecemos con nuestros educadores/as y con las personas de nuestro entorno. Y es importante, concretamente, cómo nos sentimos en esas relaciones. Estos sentimientos se conforman, a su vez, en el seno de las competencias socio-emocionales de los educadores/as (padres/madres/profesorado) y en la capacidad de estos para crear vínculos de calidad con el niño o la niña. La clave para impulsar el bienestar de nuestro alumnado se encuentra, por tanto, en nosotros mismos.
Dimensiones del programa GuGan: prevención e intervenciones reparadoras
Para poder dar una respuesta integral al bienestar, GuGan trabaja en dos planos: por un lado, en la prevención, es decir, en la intervención para que los niños/as desarrollen desde pequeños su competencia socioemocional y el control de su conducta con el fin de sentar las bases de un centro emocionalmente sano, y por otro, en las intervenciones dirigidas a encauzar correctamente las conductas defensivas o disruptivas.
¿En qué se diferencia GuGan?
A pesar de que el bienestar y la inteligencia emocional son conceptos ya conocidos, los avances dados por la Neurociencia en los últimos años nos exigen un profundo cambio de perspectiva para hacer un planteamiento adecuado en torno al bienestar. Hasta ahora las iniciativas han estado limitadas por los siguientes factores:
- Las conductas defensivas se han considerado como fenómenos aislados y se han dirigido sólo a algunos de ellos (por ejemplo, en el acoso escolar).
- Se ha limitado a modificar la conducta, sin tener en cuenta cuál es su origen, sin llegar al fondo del problema y sin encauzar correctamente el dolor emocional provocado.
- La educación emocional ha sido considerada como un “contenido” excepcional, como una disciplina que se debe abordar en momentos puntuales, como algo que debemos tratar al margen de la labor habitual del centro.
- La educación emocional se ha abordado principalmente desde el punto de vista cognitivo: se ha pensado en ello, se ha verbalizado, se ha reflexionado, se han analizado las emociones.
- Se han trabajado principalmente las capacidades socioemocionales del alumnado, relegando al educador/a a un segundo plano o dejándolo completamente al margen.
¿Queréis conocer mejor el programa GuGan? Tenéis a vuestra disposición el libro del programa GuGan, que recoge el marco teórico y las bases de su aplicación, así como las buenas prácticas de los centros piloto.
Conoce también el itinerario de implantación del programa GuGan: Bagoaz, Bagabiltza, Bagara.
En caso de querer ampliar información y/o comprar el libro, ponerse en contacto: aarostegi@kristaueskola.eus.
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